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Pintura de Elizabeth Harker, un relato visual de su vida

Hasta el 6 de octubre se puede ver en el Centro Colombo Americano de Bucaramanga esta muestra de Elizabeth Harker, un relato visual de su vida a través de 46 piezas recreadas con tonos azulados, rosas, amarillos, verdes y blancos.


“Elizabeth Harker, pintura”. Exposición en el Colombo Americano de Bucaramanga /Cortesía
“Elizabeth Harker, pintura”. Exposición en el Colombo Americano de Bucaramanga /Cortesía


Durante años Elizabeth Harker Peralta ha proyectado en su obra sus experiencias. Para ella, todo es un relato que constata en el trazo permanente de sus pinturas. La mujer rota, Un personaje inolvidable, El financista, Aprendiendo a leer y escribir, La monja en el colegio, Vivienda campesina, Divorcio, Maternidad, entre otras, nos hacen un breve recorrido sobre su mundo, sus pensamientos y reflexiones.


En total son 46 pieza recreadas con tonos azulados, rosas, amarillos, verdes y blancos los que se exhiben en “Elizabeth Harker, pintura”, obra expuesta en la sala de arte del Centro Colombo Americano de Bucaramanga hasta el próximo 6 de octubre.


En ella encontramos historias y experiencias que narran parte de su vida y de otros, evocando sus matrimonios, el encierro, la violencia, las historias de su familia, el colegio, marcando un regreso en la memoria a la infancia, la adolescencia, y las diferentes etapas de su existncia como lo manifiesta la artista.


“La hice con ese propósito. Para devolverme a esos años, a los tiempos cuando leía cuentos de hadas. Hay dos obras que se titulan Cuento de hadas, número uno y Cuento de hadas, número dos. Después está el paraíso terrenal, El árbol de la vida y El árbol del bien y del mal. Entonces, es una especie de renacer”, comenta

En su deseo de volver a Bucaramanga para recuperar su pasado, Elizabeth Harker Peralta crea la obra Amanecer en el campo. Renacer en la montaña es otra pieza que comenzó como un dibujo a carboncillo en blanco y negro de una montaña y que luego lo transformó añadiéndole el color y la figura de una niña que no sabía dónde encajar; este es uno de sus primeros intentos de pintura que se llevó a cabo en el campo.


Juegos en la infancia y Juegos de muñecas Están basadas en esta etapa de su vida, las travesuras con sus hermanos, el triciclo que destrozó su muñeca y la vio volar hacia el cielo construyeron momentos para su obra. La adolescencia trajo consigo la incertidumbre sobre el futuro, reflexionando sobre qué sería la vida representada en la figura de una niña indecisa. El retrato de su hermano, “El intelectual”, un periodista inteligente cuya expresión era dura, pero respetuosa. Es su personaje favorito, el cual recuerda con cariño y admiración.


Así mismo, su casa que representa el refugio titulado Vivienda campesina, Mario, el pastor alemán a quien amó profundamente por su nobleza, las Ilusiones juveniles con noviazgos y bailes; el momento de conocer a su primer esposo, su estadía en Medellín y la oportunidad de estudiar pintura de manera formal. El encierro y La habitación, símbolos de confinamiento y dominación conyugal, la pérdida de la libertad para pintar, El divorcio, el encuentro con su segundo esposo en el lienzo titulado Matrimonio civil, el cáncer que padeció él y su vida doméstica generan crisis y Misticismo, incluyendo también La muñeca de plástico, todas estas situaciones reflejadas en su trabajo artístico.


“Finalmente, regresé a Bucaramanga en 2020 y me encontré con la pandemia, que también quedó plasmada en mi trabajo La pandemia. Luego, vinieron Ensueño y Lejanía, en los que me veo pequeña, y las cartas vuelan desde un buzón, simbolizando la sensación de distancia de mis hijos y otras personas cercanas. Durante estos tres últimos años, mi enfoque se ha centrado en la pintura y he creado una cantidad considerable de obras”, expresa Elizabeth Harker Peralta.


La museografía de esta exposición se inspiró en el guion proporcionado por la misma artista, en el cual cada pieza estaba dispuesta en un orden secuencial lineal. Sin embargo, el equipo cultural del Centro Colombo Americano de Bucaramanga consideró que esta lectura no reflejaba completamente la esencia de las obras, y propuso una narrativa visual que abraza los altos y bajos de la vida, una lectura irregular que permite experimentar momentos de felicidad y euforia, así como instantes de tristeza y desánimo, en consonancia con las fluctuaciones que la vida nos presenta. Se quiere mostrar que la vida no sigue una línea recta y única.


La disposición de la sala se dividió en dos espacios diferenciados. Habitualmente, el título de la exposición se ubica en la entrada de la sala; sin embargo, en esta ocasión, se tomó la decisión de situarlo en el interior. Al adentrarse en el espacio, los visitantes se encuentran con el título de la exposición y el texto curatorial del abogado y escritor Roberto Harker Villamizar. El recorrido culmina en una zona completamente orgánica, donde la naturaleza y su regreso al campo ocupan un lugar esencial. Esta transición reviste gran importancia en el conjunto de la exposición.


Además, se ha establecido un punto focal especial: el autorretrato de la artista. Allí se destaca su nombre, ya que la exposición rinde homenaje a su vida y su proceso creativo. La presentación y disposición de las piezas se ha diseñado de manera que los nombres de las obras se integren en la experiencia del espectador, alentándolo a interpretar y complementar lo que observa, especialmente a la luz de las referencias literarias presentes en los lienzos y la pasión de la artista por la escritura.


En esta exposición encontramos un recordatorio de que el arte es un puente entre el pasado, el presente y el futuro, y que cada pincelada es un testimonio de la vida misma. Elizabeth Harker Peralta, una verdadera joya del mundo artístico, nos deja un legado que continuará inspirando y emocionando a aquellos que tienen la fortuna de contemplar su obra.

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*Juan Carlos Sánchez Pérez, Comunicador Social Periodista de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, con más de 20 años de experiencia en el área de Periodismo Cultural con Diplomado en Periodismo Turístico, Diplomado de Facilitador Internacional en Dragon Dreaming, Cursos de Patrimonio, liderazgo y trabajo en equipo. Actualmente, es colaborador de la Oficina Cultural del Colombo Americano de Bucaramanga.

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