Moda con identidad: diseño y cultura colombiana
- Diego Guerrero
- 3 jun
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 jun
Descubre cómo Valeria Gómez busca encontrar un rumbo dentro de la moda colombiana a través de un diseño con propósito y responsabilidad. Junto a la historiadora Vanessa Rosales y el estratega cultural Nelson Rosario (Knorr Creative), debatieron la importancia de la identidad cultural y el diseño auténtico en una industria globalizada.

ÓSCAR
Periodista
ARTERIA
Valeria Gómez no diseña ropa, construye relatos. Formada en el Instituto Marangoni, de Milán y París, la diseñadora colombiana entendió desde sus primeros pasos que el diseño de moda no era solo una cuestión de estética, sino una forma de narrar quiénes somos y de dónde venimos. Así nació Palaa, una marca de ropa colombiana inspirada en la riqueza cultural del Caribe colombiano que pretende crear con responsabilidad y respeto.
“Siempre supe que quería crear una marca de moda que no solo fuera bonita, sino que tuviera intención”, afirma Gómez. Esa intención está en las raíces de su marca, en la memoria de su territorio y en una visión que desafía a la moda para no verla solamente como decoración.
En conversación realizada durante el Bogotá Fashion Week, la diseñadora compartió escenario con la historiadora de moda Vanessa Rosales y el publicista y fundador de Knorr Creative, Nelson Rosario. Más que hablar de colecciones o tendencias, los tres reflexionaron sobre lo que implica crear desde lo propio en una industria de la moda globalizada, que históricamente ha relegado lo local a lo exótico y al folclor.
Rosales cuestionó la forma en que Colombia ha mirado tradicionalmente la moda, como algo superficial, banal y ajeno a los grandes debates culturales. “Nos han dicho que la moda no es un tema serio, pero todas las revoluciones sociales han estado atravesadas por la estética”. Para ella, la forma en que nos vestimos dice tanto como la historia que aprendemos.
Nelson Rosario, por su parte, ofreció un testimonio personal. Nacido en Uribia (La Guajira) y perteneciente al pueblo Wayuu, creció renegando de su herencia. “Ir a la ranchería era un castigo. No sentía que eso fuera parte de mí”. Pero, al terminar sus estudios, ese pasado volvió como una pregunta urgente: ¿cómo crear algo auténtico si se ignora lo que uno es?
La respuesta llegó al fundar Knorr Creative, un estudio que parte del arraigo cultural para desarrollar lenguajes visuales y estrategias narrativas. “No tengo nada mejor para ofrecer que mi cultura”, dice Rosario. Desde ahí construye, sin folclorismos, una visión crítica de lo que significa representar lo propio sin convertirlo en producto o mercancía.
Gómez, Rosales y Rosario coinciden en que el verdadero desafío está en repensar el diseño como una herramienta de conexión y memoria. No se trata solo de crear prendas bonitas, sino de darles un contexto. “Consumir es un acto político. Conectamos personas con personas, y eso solo es posible desde la verdad, desde lo auténtico”, insistió Rosario.
Artículo revisado por
Diego Guerrero
Editor