Escuela Itinerante de Artes Plásticas y Visuales: el arte y los saberes para la transformación social
- Diego Guerrero
- 7 may
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Actualizado: hace 2 días
Un total de seis diferentes regiones abren sus territorios con el fin de crear un espacio para las expresiones artísticas locales; en el programa Escuela Itinerante de Artes Plásticas y Visuales, un proyecto del Grupo de Artes Plásticas y Visuales del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
La idea es generar un proceso que se vaya consolidando como una nueva apuesta por cerrar brechas territoriales en el acceso a la formación artística. Este proyecto, recorre desde el Amazonas, hasta el Caribe, pasando por el Chocó, Buenaventura, Putumayo y Cauca, construyendo de forma colectiva metodologías que nacen del diálogo entre la capacidad de enseñar y transmitir las expresiones artísticas y el contexto social donde se desarrolla cada escuela.
Todo, en un trabajo conjunto entre las comunidades, los artistas invitados y articulando los saberes y prácticas locales de cada lugar. Por eso, cada metodología es única, puesto que las escuelas son desarrolladas según el territorio y las necesidades del entorno.
Por ejemplo, en el Amazonas, los laboratorios de investigación permitieron que sabedores de los pueblos, bora, ocaina, muinane y uitoto conectaran con artistas con miradas contemporáneas occidentales, alrededor de temas como la tierra, el agua y el tiempo.
Estas uniones estratégicas entre conocedores de las artes y sabedores locales, forman una singular propuesta que no se había implementado en el país. Cada proceso formativo ofrece a sus participantes un certificado de participación, como reconocimiento al compromiso y la vinculación activa durante la experiencia.
En casos donde la Escuela toma la forma de diplomado o seminario, la certificación se ajusta a esa modalidad, lo que permite no solo transformar el territorio con base a las expresiones artísticas, sino, además, la formación de artistas locales.
El cine también se une a las escuelas en el Cauca. Desde el séptimo arte las escuelas abordaron la cestería ancestral en La Sierpe, mientras que, por otro lado, existe un acercamiento al cine experimental en La Balsa. Hay, también, talleres sobre marimba tradicional, semilleros de memoria y tejido en cincho.
Actualmente, están en marcha varias escuelas. En Buenaventura, la Escuela Pacífica está desarrollando espacios pedagógicos en las zonas urbanas y rurales, con enfoque en sanación, goce y tejido de conocimientos.
Al mismo tiempo, en el Chocó, la Escuela Entretejiendo al Chocó trabaja en cuatro municipios: Unguía, Cértegui, Yuto y Quibdó, conectando prácticas artísticas, con procesos juveniles y memoria ancestral, creando y trazando una red de circulación cultural.
Como parte del legado del proyecto, se está construyendo una memoria social que recoge los testimonios de las escuelas, los formadores y productores. Esta tarea está a cargo de Lorena Marín, quien lidera un proceso de sistematización con el cual se busca documentar de manera colectiva los aprendizajes, recorridos y aportes construidos en cada territorio.
A la vez, Alexandra Idrovo, del equipo de coordinación de la Escuela Itinerante de Artes Plásticas y Visuales, desde el Minculturas, afirma que aunque cada escuela tiene una duración definida, su propósito no termina con el cierre formal del proceso.
La metáfora de la semilla refleja que la escuela se planta en cada territorio para crecer desde adentro. Mediante la apropiación de la comunidad se busca que el proceso cultural no termine con la finalización de la escuela, tejiendo vínculos que permanezcan en el tiempo.
