Una exposición sobre extraterrestres y peregrinos intergalácticos
- Diego Guerrero
- hace 2 días
- 6 Min. de lectura

Con una exposición sobre extraterrestres en la galería Cúrcuma, en Bogotá, el artista Ricardo García Barragán nos plantea que no estamos solos...
DIEGO GUERRERO
Editor
ARTERIA
De todos los temas posibles que un artista podría elegir para su obra, Ricardo García Barragán escogió uno bien difícil: los extraterrestres y su presencia en la Tierra. Ya, de entrada, es un tema controversial –creer o no que están entre nosotros-. Pero nadie dijo que el arte está para defender “verdades” sino para poner a pensar (entre muchas otras posibilidades) así que de entrada, tiene una ventaja: al menos común no es.
Abierta en la galería Cúrcuma, en Bogotá, ofrece una instalación y collages que intentan conectar a los terrícolas con las profundidades de la tierra y la aparente infinitud del universo y sus dimensiones. La sala es casi tan oscura como el subconsciente, el cual el artista también indaga en su vida como psicólogo, al punto de que realiza regresiones hipnóticas.
Así que el tema no es que sea un ataque de locura –lo cual, por qué no, también sería válido- y, menos una ocurrencia casual. “Cuando uno cree que algo es cierto, conecta con eso. Yo siento que es cierto, es como cuando yo comencé a trabajar con psicología regresiva.
"Egresé de psicólogo y me di cuenta de que con lo que aprendí en la. universidad no lograba avances significativos en las personas. Cuando comencé a trabajar con regresión, a investigar, los resultados fueron casi inmediatos y contundentes.
"Después me profesionalicé, hice una maestría. Cuando conocí la hipnosis, investigué a fondo de qué se trataba, que iba al origen del problema y lo que se busca en psicología es ir al origen del problema para eliminarlo. Algo similar me pasa con en el tema de extraterrestres, y es que yo siento que hay mucho más que lo que vivimos en la tierra. Y ¿por qué no abrirse a eso para tener un tipo de contacto y avances realmente importantes?”, dice García Barragán,
Así que se lo toma en serio –el tema y la obra-y abre su mente a distintas posibilidades. Personalmente, nunca he visto una exposición sobre extraterrestres que hagan una referencia tan clara al tema como esta, por no decir ninguna.
‘Pasarelas para peregrinos cósmicos’ es el nombre de esta exposición, inaugurada apenas el sábado 3 de abril.
“El mundo es una pasarela. Los seres humanos caminamos por la tierra todo el tiempo. La tierra misma viene siendo una pasajera, pero se convierte en una pasarela especial cuando buscamos la forma de salir de la tierra, de ir a otros mundos, de buscar nuevas oportunidades y, por ejemplo, buscar nuevas formas de pasarelas, como los agujeros de gusano de los que tanto se habla ahora, que es una forma de doblar el tiempo”, comenta García Barragán.

De hecho, en la pared del fondo, luego de pasar una maleta de viaje que funciona como instalación, hay dos cuadros “conectados” con una evocación de estos túneles.
Esas obras “tienen un poco esa idea de agujero de gusanos cuando en la obra de arriba vienen las naves y se meten como en un laberinto que está tejido en fique, y luego bajan por la otra obra. Como que atraviesan la tierra y atraviesan el espacio. Eso es más o menos lo que quiero lo que pretendo mostrar con esta disposición.
Tal vez sea por cierto pesimismo de que en este mundo todo está perdido o un optimismo que llama a buscar soluciones mediante el aprendizaje de otros que la sala se mantuvo llena y con no pocas controversias que implicaron a ‘reptilianos y otros seres con intenciones nobles y perversas.
Para quienes no lo recuerden los reptilianos serían “alienígenas de aspecto humanoide y reptil que habitan en México y en la Tierra, se hacen pasar por humanos para dominarlos”, según una investigación de Andrea Murillo, publicada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia Icanh (https://revistas.icanh.gov.co/index.php/rca/article/view/2438).
Ahora que, habiendo tanto de que hablar en este mundo cruel, por qué interesarse por seres que habitan las profundidades de nuestro planeta, el confín del universo o ya camuflados en las ciudades del orbe?
“Descubrir otros seres y, sobre todo, de un mundo más avanzado, diría que tumbaría todas las religiones, todo el concepto religioso se caería, se caería la estructura social que tenemos. Prácticamente todo tendría que cambiar: la economía… y a mí siempre me ha llamado mirar al espacio. Siempre me interesó mirar otros mundos, mirar otras formas de vida. Ahora en este momento siento que la tierra está dando un salto dimensional, por todos los acontecimientos que están pasando”, dice el artista.
Hay que decir que uno puede estar de acuerdo o no, creer o no en los extraterrestres, pero supongo que la exposición funciona como cualquier otra: mucha gente va a ver exposiciones sobre violencia, plantas o arte abstracto sin que, necesariamente, le guste ese tópico, y el arte cumple su función de mover el cerebro. Pasa igual aquí, aunque a muchos nos parezca que lo de los reptilianos pueda ser un poco ‘traído de las escamas”.
Para el autor indagar el tema desde el arte permite “expandir la consciencia, entender que no somos el único planeta (con vida inteligente), que no somos los únicos seres que habitan este universo, esta galaxia. Es importante la pregunta porque, por ejemplo, tú vives 30 años de tu vida y, de pronto, te vas para otra a 300, 400 kilómetros.
"Eso solo, te cambia el concepto de muchas cosas. Comienzas a descubrir que existe otra cultura, otro clima, otra forma de hacer las casas, otra forma de hacer la comida. Hay expansión de conciencia. Si eso es a nuestro nivel, de la Tierra, ¿imagina que logremos hacer conexión contacto con seres más evolucionados".
Bueno no se puede negar que una función del arte puede ser expandir la consciencia.
-Pero, si no podemos hacer contacto entre nosotros, ¿porque esforzarnos por hacer contacto con otros? -pregunto.
-No es que nos tengamos que esforzar. Yo diría que es más dejar que fluya, que tengamos una mejor relación, pues estos seres que son más evolucionados más tranquilos, de pronto, más espirituales, no todos, pero sí muchas de esas razas son muy espirituales. Que ese contacto con ellos nos ayude en avanzar –responde.
Entonces replico: -es una mirada optimista, pero, ¿qué ha pasado cuando las civilizaciones superiores técnicamente se han encontrado con civilizaciones menos desarrolladas en la tierra? La superior acaba con la menos desarrollada técnicamente.
-Hay seres regresivos oscuros y hay seres muy espirituales. Parece ser que por la misma condición del humano de ser regresiva, tiende a la guerra. Se dice que por ejemplo, gobiernos han hecho contactos con seres oscuros e hicieron algún tipo de arreglo que les han permitido a esta raza estar sin ser molestada, raptar, animales, plantas y humanas para que hagan todo tipo de investigación genética. Una de las cosas que quieren hacer es una hibridación con el humano. Puede ser especulación o no.
Digamos que la palabra “especulación” es clave. El arte especula (no solo con el dinero, pero ese es otro tema…), y en la exposición el artista no está afirmando nada, al final. Más bien está punzando, generando una conversación sobre un tema que, en círculos intelectuales puede ser más mal mirado que el porno. De hecho el erotismo y el porno son temas cotidianos de discusión en galerías y museos, pero los ovnis, no tanto.
Tanto es así que la exposición plantea un asunto bien “contranatura” en un sentido evolutivo: “Mira, yo creo que si descendemos del mono, el mono fue intervenido genéticamente por estos seres (del exterior). Si, supuestamente nosotros venimos del mono, tuvo que haber una intervención muy profesional, muy potente para ayudar y acelerar su evolución para llegar a lo que somos ahora”, lo dice García Barragán mientras comenta una de las obras con un platillo volador, un semáforo, unas píldoras que suben o bajan de la nave…
-¿Qué esperas con esta exposición? –pregunto.
-Lo que estoy haciendo es dar a conocer un tema sobre la vida extraterrestre, que es raro. Espero que las personas miren la posibilidad de que existen otros mundos y cómo existe la posibilidad de que haya seres que estén interviniendo- contesta.
Hubiera querido poder escribir que, dicho esto, un platillo volador aterrizó en San Felipe, y se bajaron una docena de personajes que participaban de un VíaLacteaArteCircuitos y fuimos abducidos luego, pero no: simplemente yo me vine a escribir este artículo y Ricardo García Barragán se quedó haciendo visita guiada a varios terrícolas.