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'Cuerpo Cierto', una historia de lo legal y la relación con lo natural

Germán Arrubla expone en el Museo de Artes Visuales la Universidad Jorge Tadeo Lozano, a partir de una historia que implica tala de árboles y demandas legales.

 

Durante 15 días la Filbo llenará Corferias /Cortesía Filbo
Durante 15 días la Filbo llenará Corferias /Cortesía Filbo

Un conjunto de partes de árboles y hojas yacen en el Museo de Arte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (Bogotá). Hay una sensación de cierta sacralidad en el lugar que obliga a algunos a hablar en voz baja.

Tal vez porque, a veces, el artista Germán Arrubla puso los fragmentos de árboles, restos de estatuas religiosas y archivadores de acordeón esparcidos de tal manera que evocan algo parecido a un campo santo.


Tal vez, porque los maderos altos, verticales y delgados en proporción a su longitud recuerdan restos; o porque los códigos de derecho que sostienen, amarillentos por el tiempo, ya son letra muerta; o porque algunos cuerpos de madera se asoman de los ya mencionados acordeones o por las sombras que los objetos proyectan en el piso.

Esta exposición, tiene eso de misterio, de muerte, de degradación de la materia que suele abordar Arrubla. ’Cuerpo Cierto’, curada por Julia Buenaventura, surge de una figura jurídica poco conocida, llamada “ad corpus” o “cuerpo cierto”.

Esta figura –explica Buenaventura– se utiliza en las escrituras de compra-venta de terrenos con topografías difíciles, cambiantes o cuyos límites exactos no han podido ser establecidos. Si un predio vendido en “cuerpo cierto” resulta ser menor al descrito en el registro, el comprador tendrá que conformarse, mientras que si resulta mayor, el vendedor no podrá solicitar ninguna indemnización o resarcimiento.

En 2016, Arrubla adquirió un terreno rural bajo esa figura. Se fue y cundo volvió, habían talado 150 cyatheaceas, helechos arbóreos. Al revisar la escritura de compra-venta, Arrubla supo entonces que el terreno adquirido era mucho mayor de lo que pensaba y que esa deforestación había ocurrido justo en sus dominios.

Así, cuenta la curadora, empezó un largo proceso con el municipio, los dueños colindantes y los deforestadores en el que se enfrentó a escrituras notariales y a figuras jurídicas, pero, sobre todo, a los cuerpos de un bosque ya desaparecido.

“El cuerpo del árbol, el cuerpo de los caídos, los códigos penales, las Constituciones de Colombia y los sellos recorren la obra de Germán Arrubla. Su obra, que lleva más de dos décadas de creación y búsqueda, revela la disputa entre la escritura y lo escriturado, la Constitución y el país, el tratado jurídico y el cuerpo cierto. Es ese cuerpo real, tangible, pesado y temporal que jamás acaba por ajustarse al rectángulo del documento”, sentencia, la curadora.


La exposición se compone de una serie de esculturas, fotografías y videos que buscan mostrar la lucha de Arrubla por recuperar la memoria de un bosque que ya no está. Una de las obras más impactantes es una escultura hecha con los troncos de las cyatheaceas que fueron taladas en su terreno. La obra es una reflexión sobre la fragilidad de la naturaleza y la necesidad de protegerla.

La exposición es una invitación a reflexionar sobre la relación entre el derecho, la justicia y la naturaleza. Es una oportunidad para aprender sobre una figura jurídica poco conocida y para ver el arte como una herramienta para la denuncia social. La muestra estará abierta al público durante todo abril.


Espere este martes 18 de abril una entrevista en directo en #OtroDíaMás con Germán Arrubla, desde su exposición.

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