“El joven artista (tenía 22 años) presentó en dicho evento un cartel compuesto por 16 cartulinas blancas de 70x50 cm en donde se leía: ‘aquí no cabe el arte’. En cada cartulina pintó con vinilo negro una letra de esa frase mayúscula acompañada por el nombre de un líder estudiantil, o un sindicalista, o un indígena asesinado por la persecución política en Colombia, añadiendo fecha y lugar de la matanza. Con inteligencia, coraje y empleando los medios más baratos y ‘democráticos’ (la palabra y el papel) Caro invadió y cuestionó (una vez más) un espacio institucional (el Museo Nacional), un espacio artístico (el Salón Nacional), un espacio político (un museo y un salón dominados por una tendencia que lo rechazaba) y haciendo la obra más crítica y directa posible puso en jaque a su gremio y así mismo al señalar que la filiación política o el gusto estético es lo de menos en una sociedad ignorante, asesina, politiquera y corrupta. Donde la muerte y la mentira reinan, el arte, obviamente, no tiene lugar”.

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Este texto en el que se habla de Antonio Caro, escrito por Humberto Junca (2014) y publicado en Arcadia n° 100, hacen parte del ‘Espécimen’, una publicación inspirada en la obra del artista visual, la cual presenta cuatro fuentes tipográficas creadas a partir sus trabajos. Por ejemplo, la obra ‘Aquí no cabe el arte’ (1972), presentada en el XXIII Salón Nacional de Artistas inspiró la fuente llamada ‘Frente nacional’, usada para escribir el texto de Junca.

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El proyecto fue creado por el artista Nicolás Consuegra, quien hace parte del estudio de diseño gráfico Tangrama, el cual contó con el visto bueno del propio Caro.

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“Me siento feliz de que hayan hecho ese trabajo con base en unos cuantos textos que yo produje para algunos de mis trabajos artísticos”, cuenta Caro.

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Las cuatro fuentes tipográficas (‘Achiote’, ‘Imperial’, ‘Aquino’ y ‘Frente Nacional’) y varios glifos relacionados con la obra de Caro surgieron de obras como ‘Homenaje Manuel Quintín Lame (1972), (El imperialismo es un tigre de papel (1972), Defienda su talento (1977) y Maíz (1981).

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Las letras que componen las obras de caro no estaban completas, así que se construyeron letras, signos de puntuación y símbolos que él nunca había planteado. “Yo soy un total ignorante en el tema de construcción de alfabetos y más bien fueron ellos los que me enseñaron algo de ese proceso tan profesional y sofisticado”, explica Caro.

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Para la publicación, se incluyeron textos relacionados con cada obra, de autores como Víctor Manuel Rodríguez, Álvaro Barrios, Alegre Levy, así como fragmentos de textos de Julio Cortázar, Roland Barthes, Frederico Morais y Bernardo Salcedo, entre otros.

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“Realmente, lo veo como un homenaje a mi trabajo. El espécimen es una documentación bastante exhaustiva, compleja, de un muy buen nivel”, manifiesta Caro.

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Como parte de la presentación de la publicación, el 7 de diciembre, algunas personas fueron convocadas para crear trabajos haciendo uso de las fuentes tipográficas. “Hubo más de 20 trabajos en los cuales yo era un simple referente y algunas personas hicieron réplicas de mi obra. Me sentí muy contento”, expresa Caro.

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Las cuatro fuentes tipográficas se pueden descargar gratuitamente en http://tangrama.co/fuentes-tangrama-antonio-caro/# Para adquirir el espécimen impreso (56 páginas, formato tabloide, 20 mil pesos) escriba a info@tangrama.co.