El mural ‘Tapas por la felicidad’ cambia la estación Bicentenario de Transmilenio
- Diego Guerrero
- 28 oct
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Actualizado: 28 oct
En los bajos del puente de la estación Bicentenario de TransMilenio, en Bogotá, el artista de Magangué (Bolívar) Eduardo Butrón y 25 habitantes del sector construyen el mural ‘Tapas por la felicidad’ con más de 80 mil tapas plásticas recicladas.

El proyecto, vinculado a la Bienal Internacional de Arte de Bogotá BOG25 , cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, la Secretaría de Integración Social y la Fundación BAT. Más de 80.000 tapas plásticas recicladas dan forma a la pieza, que poco a poco cubre los muros de la estación con figuras y colores.
Antes de iniciar la intervención, Butrón realizó encuentros con los habitantes para hablar sobre el significado de la felicidad, tema eje de la BOG25.
“Surgieron más preguntas que respuestas”, recuerda. A partir de esas conversaciones definieron las imágenes que hoy componen el mural: rostros, símbolos del barrio -incluido un perro tuerto- y escenas que reflejan la vida en el sector.
Entre las figuras del mural está ‘Chaparro’, un habitante del lugar que ha encontrado en el arte una forma de transformar su vida. Él es titiritero y ha convertido su experiencia en una herramienta pedagógica para inspirar a otros.

A su lado se encuentra la imagen de ‘Borona’ un perro que perdió un ojo y que en la obra representa la resistencia y la perseverancia de quienes habitan este lugar, según cuenta Butrón. En el mural, ese ojo se transforma en un corazón verde como símbolo de esperanza.
En el proceso de producción, cada tapa es seleccionada por color y tamaño, luego adherida al muro con un “cemento flexible” que permite hacer ajustes antes del secado. Después viene la limpieza, el relleno de las uniones y el pulido final.
Para Butrón, el propósito no es solo crear una obra visual, sino fortalecer la relación entre arte y territorio. “El espacio público nos pertenece a todos. Lo importante es que las personas que habitan el sector sientan que esta obra también es suya, que les representa y les inspira a cuidarla”, señala.
Revisado por Diego Guerrero.













