La mexicana ‘Fusca’ pinta en BOG25 su ‘Camino del oro sagrado’, un mural de más de 500 metros cuadrados
- Diego Guerrero
- 17 sept.
- 3 Min. de lectura
‘El camino del oro sagrado: luz, tiempo y transformación’ será el mural más grande que haya pintado hasta ahora la mexicana Pilar Cárdenas ‘Fusca’. La BOG25 lo inaugurará en el edificio de Corficolombiana el próximo 20 de septiembre.

Texto y fotos: ROBIN TAMAYO
Periodista
ARTERIA
Quienes pasen por la Avenida El Dorado (calle 26) con la carrera 13, en el edificio de Corficolombiana, podrán ver a ‘Fusca’ trepada en un manlift, esa especie de grúa que usan los técnicos de la electricidad, a casi 20 metros de altura.
Con brocha en mano y con toda la velocidad que sus brazos le permiten, está pintando el mural que propuso para la Bienal de Arte y Ciudad BOG25. Una idea a la que llamó El camino del oro sagrado: luz, tiempo y transformación. Los brochazos que ha dado ‘Fusca’ ya dejan ver una composición con formas orgánicas y figuras humanas que flotan entre degradados dorados.
—“En Ciudad de México y en Bogotá hay mucha historia de arte callejero que primero era algo muy institucional, pero que se ha ido desbordando a las periferias como una forma de resistencia”, dice la artista cuando se le pregunta por las relaciones que se pueden encontrar entre ambas ciudades a través de este tipo de arte.

Aunque es consciente de la génesis de resistencia que tiene el arte callejero, con El camino del oro quiere proponer algo que vaya un poco más allá de resistir.
—Veo que tu mural pone figuras reales de la ciudad en universos oníricos o imaginados…
—Sí, es que tanto en Ciudad de México como en Bogotá hay imágenes que están impregnadas en nuestra psique: la arquitectura, los monumentos, los ladrillitos amarillos, esos arcos dorados que componen los edificios gubernamentales… todo eso forma parte de nuestro entorno y de nuestra educación. Por eso quise retomar esos símbolos y darles una vuelta de tuerca a través de la imaginación.
—¿Esa “vuelta de tuerca” es la resistencia?
—Sí. Es que desde mi perspectiva, yo no estoy muy de acuerdo con la resistencia en el sentido de resistir a algo que ya está impuesto como algo gubernamental, histórico, etcétera, sino que es un tema de resistir con imaginación y con creatividad a partir de lo que ya está en nuestro entorno.
La resistencia a veces nos deja atorados resistiendo y como que no hay movimiento hacia el futuro. En el mural yo propongo un espacio virtual en el que redibujé todos esos elementos de tal manera que parecen familiares, pero no son lo que realmente creemos que son... Es como cuando sueñas y aparece algo conocido pero no es exactamente eso.

Estas capas de mundos oníricos e interiores que tiene la pintura de Pilar no son casuales. En su formación académica figura un pregrado en psicología y estudios de posgrado en psicoanálisis y dirección de arte. Por esto, podría decirse que en el terreno de la reinterpretación de realidades a través del muralismo es autodidacta.
Sin embargo, no se debe cometer el error de entender que es principiante: Lleva más de 10 años en el oficio y ha pintado en ciudades como Londres, París, Marruecos, Madrid, Nueva York y Dubái.
—Tengo la impresión de que Bogotá pone retos que hacen que las cosas no sean tan fáciles. ¿Ha tenido retos para hacer este mural?
—Sí, tuve que hacer un curso de alturas que no me han pedido en ninguna parte del mundo en las que he pintado. El clima también es complicado: como que está haciendo sol y de repente llueve. También me encontré con un muro más grande de lo que pensaba, ¡es lo más grande que he pintado hasta ahora! Tiene unos 35 por 15 metros y como está en el interior de un edificio se requiere cierta logística para los ingresos del personal que me está asistiendo, como permisos y demás. Pero bueno, la idea es terminar las líneas negras hoy para empezar a tirar color y lograr la entrega con el tiempo que queda… así que creo que ya no hablaremos más, tengo que subir.
Bogotá es una ciudad que luce arte gráfico en las calles. La Avenida el Dorado puede verse como una galería de arte a cielo abierto. Con la llegada de Fusca a la BOG25 esa ‘galería’ ahora tendrá también la riqueza del muralismo mexicano.
Editado por Diego Guerrero











