Febrero 19 de 2019
Fredy Alzate interviene baluarte de Santa Catalina
Fredy Alzate presenta una intervención artística en el baluarte de Santa Catalina, en Cartagena, titulada ‘Arco marea’, que consiste en una estructura de madera que recrea la bóveda de El Aljibe, un sector del baluarte.
Noviembre 4 de 2019
Cortesía Fredy Alzate
Cortesía Fredy Alzate
Cortesía Fredy Alzate
Cortesía Fredy Alzate
Una estructura de madera, de seis metros de largo por tres de ancho, que recrea la forma de la bóveda El Aljibe a escala, pero con los materiales que se usan en la construcción de viviendas de invasión, en Cartagena, es la intervención de Fredy Alzate en el baluarte de Santa Catalina, en esa ciudad.
En el interior de ‘Arco marea’, como se llama la obra, hay una bombilla que se activa cuando el espectador entra. Un sensor de movimiento activa un mecanismo que baja y sube la bombilla, en un movimiento constante.
“El título de la obra viene de dos referencias: el arco, como elemento de la ingeniería antigua que permite esas construcciones en piedra tan densas como la de las fortificaciones, y marea, como esa condición del territorio de la ciénaga, donde la marea, cuando sube, oculta cosas y, cuando baja, permite ver otras.
"Ahí hay una metáfora, pero la marea está reflejada en la obra en los destellos que hay en el momento que la luz sube y baja”, explica Alzate sobre su propuesta.
El proyecto de Alzate está basado en la arquitectura, tanto del baluarte, como de las casas en los barrios de invasión en Cartagena. “Parto de un elemento fundamental en las fortificaciones que son los arcos de medio punto, que dan soporte a las bóvedas de las fortificaciones y planteo relaciones con las estructuras construidas en madera, de manera precaria, como se ven en Cartagena hasta hoy en las zonas periféricas”, explica el artista.
Esta relación entre la arquitectura de las fortificaciones y de las viviendas de los barrios de invasión está basada en el hecho que entre el baluarte de Santa Catalina y el de Santo Domingo existían tres barrios de invasión: El Boquetillo, Pekín y Pueblo Nuevo, los cuales fueron destruidos en 1936 para construir la avenida Santander.
“Lo que yo quiero traer aquí al interior de la arquitectura de las fortificaciones son esas referencias. Las personas que vivían aquí se proveían de agua potable en la zona de El Aljibe y me enteré que usaban unas escalinatas de madera que permitían que las personas de estos barrios pudieran acceder a las plataformas donde está el baluarte Santa Catalina y, a través de unas claraboyas, ellos se podían abastecer de agua”, añade el Alzate.
El proyecto fue seleccionado por la convocatoria ‘Beca túnel de escape', del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura, la cual le brindó al artista una bolsa de trabajo de 30 millones de pesos para desarrollar su propuesta, diseñada para la Galería Baluarte de Santa Catalina.
La beca seleccionó proyectos de dos artistas que refirieran, narraran y suscitaran reflexiones análogas enmarcadas en el quehacer y devenir caribeño, su historia e idiosincrasia, para ser emplazados en el baluarte de Santa Catalina.
Para elaborar su propuesta, Alzate hizo trabajo de campo en Mano de Dios, en la Isla y otros barrios que quedan alrededor de la ciénaga, donde hay casas palafíticas. Durante su investigación, contactó a ebanistas empíricos que habìan hecho ese tipo de construcciones.
“Quería que ellos me guiaran en la consecución de los materiales. Construían las casas con una madera que en Cartagena denominan como "ripio". Es como un remanente que queda en las aserradoras y que consiguen a un precio asequible para poder hacer vivienda. Entonces fui a esos aserraderos, a comprar ese material”.
“Me he interesado en que tanto el visitante como el turista tengan la posibilidad de leer esas referencias urbanas. Busqué que la obra tuviera resonancia para el cartagenero. La gente, a veces, no se acerca mucho porque el objeto de arte es una experiencia distinta. Como mi obra se relaciona con el espacio, la gente piensa a veces que son cosas que existen desde la Colonia. Hubo en caso en que alguien manifestaba que si eran jaulas, porque es una lectura de la arquitectura del sitio”, dice Alzate sobre la interacción de los espectadores con su obra.
El jurado a cargo de la selección de las propuestas estuvo conformado por la artista María Posse, ganadora de la misma beca en 2018 y doctorada en arte contemporáneo, ‘Master of Fine Arts’, docente e investigadora; Rafael Ortiz, artista maestro en bellas artes y galerista; y Humberto Junca, artista, maestro en artes plásticas, docente y curador. La segunda propuesta elegida, además de la de Alzate, fue ‘Naufragio’, de Mario Opazo, inaugurada en agosto de este año.