'Mural 2' es el nombre de la obra que la pintora Fanny Sanín entregó a la Universidad de Antioquia. Estudiantes de artes de ese centro educativo viajaran a Nueva York como parte de la relación entre Fanny Sanín y esa institución.
DIEGO GUERRERO
Editor
ARTERIA
Medellín
La artista colombiana Fanny Sanín (1938) entregó la pintura Mural 2 a la Universidad de Antioquia (U. de A.), realizada en el bloque 49 de la Ciudadela Robledo (una de las sedes universitarias). La institución educativa le entregó a la artista el ‘Escudo de Oro’ como reconocimiento. Ya en 2015, Sanín había recibido el título ‘Honoris Causa de Magíster en Artes’.
El mural fue solicitado por la Fundación Universidad de Antioquia a la artista que en contraprestación propuso a la U. de A. crear un programa de pasantía para que estudiantes de artes visiten Nueva York, donde vive la pintora hace 40 años.
Los beneficiados podrán estar junto a la artista quien realizará una suerte de tutoría para los beneficiados, lo que les permitirá entrar en contacto con el mundo de arte neoyorquino. Sanín estudió Artes Plásticas, en la Universidad de los Andes y grabado y diseño gráfico en la Universidad de Illinois. Cursó una maestría en grabado en Chelsea School of Art, en Londres.
Este es el segundo mural que entrega a la U. de A. El primero, pintado en el 2013 está en la ciudad universitaria, en el costado occidental del coliseo. La nueva obra fue realizada por un grupo de estudiantes y egresados de la Facultad de Artes, que ayudaron en la traducción de la obra que estaba en el papel. El acrílico mide 1,95 m. por 4,15 m.
ARTERIA habló con la artista:
-En el 2016 el Museo Nacional realizó una amplia exposición suya con motivo de su donación a ese museo. El próximo realizará una exposición en Houston (EE. UU.)…
-En Houston tendré una exposición el año entrante, en enero. Habrá obras en papel y en tela de diferentes etapas de mi producción, desde los años 60 hasta hoy.
-¿Cómo ha sido esa relación con Estados Unidos?
-Mi esposo y yo llegamos a Estados Unidos en el año 71. A él le ofrecieron trabajo en una empresa de ingeniería. Él es doctorado en ingeniería eléctrica y entonces estábamos viviendo en Monterrey (México) y era una buena oportunidad tanto para él como para mí ir a vivir a Nueva York, por todo lo que ofrecía la ciudad en el arte.
Para ese momento, habían pasado 11 años desde que Sanín se había graduado en la Universidad de Los Andes. Luego se casó y empezó a salir del país, pero continuaba participando en exposiciones en Colombia.
-¿Cómo afectó su carrera haber trabajado desde afuera?
-Creo que fue muy beneficioso del salir del país. Conocer nuevas culturas… En México fui muy bien recibida. Allá, realmente, fue donde hice mi primera exposición individual y tuve mucho apoyo con los artistas en Monterrey. Luego viajamos a Londres como 3 años.
En Colombia, expuse como estudiante, luego, cuando la Bienal de Medellín, me dieron el premio, y estuve en otras exposiciones colectivas. En el año 65, Marta Traba me invitó a exponer en el Museo de Arte Moderno y ahí fue mi primera exposición (individual) en Colombia.
-Usted ha donados dos murales a la U. de A. ¿Por qué tiene usted ese vínculo con esta Universidad?
Creo que hay un vínculo personal desde la Bienal de Medellín. Por otro lado, yo tenía un lazo de amistad con Manuel Hernández (1928-2014). Él era una persona muy sensible, muy, muy bella y él habló con la universidad y me propuso a mí para este programa en el que invitan a maestros del arte a hacer parte de la universidad como una forma de reconocimiento.
-Ser mujer en el arte en la época en la que empezó no debió ser fácil en medio de un mundo donde aunque había mujeres, de alguna manera era un mundo más machista. ¿Qué significaba ser mujer en el arte?
-Yo en Colombia nunca lo sentí (el machismo). La diferencia entre ser mujer o ser hombre… no sentí nunca discriminación. Te digo que en México fui muy bien recibida. Muchos de los artistas que me conectaron con galerías, con museos, eran hombres. En Inglaterra no tuve tampoco ninguna discriminación. Realmente, en Nueva York, cuando llegué en los años setentas, si sentí un poco de discriminación.
-¿Qué tipo de discriminación?
-Bueno, por el hecho de ser mujer era muy difícil conseguir una galería. porque ellos pensaban que la mujer se iba a casar, iba a tener hijos, y que entonces lo que invertía el galerista en para exponerla o promoverla, pues no, no iba a funcionar. Luego fue cuando surgió el famoso movimiento feminista que ayudó acortar esa barrera.
-¿Cómo es la historia de la beca para los estudiantes de la U. de A.?
En el primer mural que se hizo no se cobró dinero, pero lo que hizo de forma simbólica, fue un viaje de tres jóvenes a Nueva York y se enteraran un poquito del mundo artístico de Nueva York, ir a los museos, la ciudad.
-¿Quién lo pagó?
-En vez de cobrarle yo a la Universidad por el mural que estaba haciendo en el coliseo ese dinero se empleó el simbólicamente, en mandarlos a ellos y que estuvieran por dos semanas en Nueva York.
-¿Ahora, con este mural también?
-Con este mural hay un grupito de posibles candidatos. Yo no voy a cobrar absolutamente nada, sino que el dinero (que costaría un mural de Sanín) se va a emplear en trasladarlos a ellos, me parece. Es una donación a la Universidad y, al mismo tiempo, ellos puedan conocer otros país, ir a los museos.
-¿Para usted qué significa ofrecer este apoyo?
-Es como una realización muy bonita, es como dar algo, como como devolver algo de lo que me han dado. En sí me parece hermoso que ellos también se puedan compenetrar con el mundo artístico. Recuerdo que la primera vez que yo fuimos a Chicago cuando llegué a Estados Unidos y poder ver las obras de arte que yo había visto en los libros, tu sabes, no lo mismo ver un Modigliani ahí, al frente… un Rembrandt en vivo, verlos en su tamaño real, entonces es eso, es importantísimo.
-Después de todo para usted ¿qué ha sido la pintura?
-Mi vida, ha sido mi vida. Pienso que voy a intentar hasta que pueda físicamente. Es mi vida. Le dedico mucho tiempo a la pintura, todos los días ocho horas diarias, si se puede. Si dejo de trabajar un día en la semana porque no hay luz no me siento bien, es como parte de mí.
-Cuando un artista es joven quiere llegar lejos, ahora, en la madurez, ¿cómo ve las cosas?
-Cuando se va madurando uno se va entendiendo a sí mismo, en la medida que ha ido explorando el mundo. Y cuando va llegando la maestría, más allá de cualquier título, sino a la verdadera maestría, que consiste en poder expresar lo que uno es de una manera, digamos, segura de sí misma, cambia la misión en el mundo. Por ejemplo, antes, no te conocían sino cuatro personas, después veinte y, de repente, se convierte uno en una figura que los jóvenes o colegas pueden mirar con más detenimiento. Eso genera otra postura frente al mundo. De todos modos, yo me siento la misma de siempre. Me gusta mucho la cercanía de gente joven. También siento un deber especial hacia Colombia, que fue mi país y sigue siendo mi país, aunque yo me haya hecho ciudadana americana uno sigue siendo del país.