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Eulalia de Valdenebro: de regreso al viento

Eulalia De Valdenebro expone una serie de videos donde muestra su obra en los páramos y su relación con ellos.

Septiembre 14 de 2021

Eulalia De Valdenebro ha dedicado su vida al arte y a caminar por los páramos, esos lugares donde nace el agua, dominados por el frailejón y la niebla, que solo son posibles en Ecuador, Colombia y Venezuela.


Los camina como quien va por un lugar sagrado, encontrándose en ellos. Los conoce desde que era una niña y, ya grande, se permite pedirles permiso para poder hacer arte.


Ella está lejos de invadirlos, de investigarlos al estilo colonizador típico, de la forma de generar conocimiento en occidente. Más bien, se deja ser en esos lugares. Lo de pedir permiso al páramo para entrar y hacer le parece lo más natural del mundo.


Para ella, la naturaleza dista mucho de la definición del siglo XVIII en Europa que separa al hombre de “lo demás”. De hecho, la palabra “naturaleza” no le gusta por eso, porque pone todo aquello que no venga de la mano humana un escalón por debajo de la ‘civilización’.


Por eso ella prefiere sumergirse en las lagunas paramunas, llenarse de su aire, dejar que el viento la llene por dentro, que un frailejón la sostenga, desgonzada en él. O, incluso, hacer una especie de pagamento: devolverle al páramo lo que una vez hizo parte de él y algún hombre lo tomó sin preguntarle. ¿Un acto simbólico? ¿Un acto real con consecuencias? ¿Un reconocimiento de que ella es parte de todo eso?


Son muchos años yendo a los páramos, volviendo a los lugares que visita desde que era niña, como quien vuelve de lejos a visitar a los amigos o los parientes. En muchos de esos viajes hizo videos que llamó Cuerpospermeables.

Mira una entrevista con Eulalia De Valdenebro en Otro Día Más


Esta serie de videos, que ahora se presenta en el museo de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogotá, en palabras de la curadora de la exposición, Ana María Lozano, “hace referencia al imperativo que se traza la artista de suspender la autoridad que un cuerpo humano ejerce sobre otros vivientes. En un experimento que procura descentrar el cuerpo humano y dar cabida a relaciones igualitarias, en este caso, con el frailejón, en otros Cuerpospermeables,con la laguna, el viento o la roca, el cuerpo se permite ser permeado por estas otras entidades, ser atravesado, aun, accionado, convirtiéndose en posibilitador de un acontecimiento de fusión, de diálogo, de hermandad, entre cuerpos diversos, entre fuerzas existentes”.


Lee aquí el texto curatorial de Ana María Lozano.

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