La arista colombiana Doris Salcedo es una de las cinco ganadoras del Praemium Imperiale, un grupo de premios para las artes establecido para conmemorar el centenario de la Asociación de Arte de Japón, cuyo mecenas honorario es el Príncipe Hitachi.
El Praemium Imperiale, establecido en 1988 por la Asociación de Arte de Japón, es un premio artístico global que se realiza en su edición 35 y honra logros excepcionales en pintura, escultura, arquitectura, música y teatro/cine y hace realidad el deseo del difunto Príncipe Takamatsu (enero de1905-3 de febrero de 1987, hermano del Emperador Hiroito) de "contribuir a mejorar y promover las culturas y las artes del mundo".
Los asesores internacionales que recomiendan candidatos son Lamberto Dini (ex Primer Ministro de Italia), Christopher Patten (ex Canciller de la Universidad de Oxford), Klaus-Dieter Lehmann (ex Presidente del Goethe-Institut), Jean-Pierre Raffarin (ex Primer Ministro de Francia) y Hillary Rodham Clinton (ex Secretaria de Estado de EE.UU.).
Los artistas son reconocidos y premiados por sus logros internacionales en las artes y su papel en el enriquecimiento de la comunidad global. Cada galardonado recibe un honorario de 15 millones de yenes (alrededor de 446 millones de pesos) y una carta testimonial.
El príncipe Hitachi, patrono honorario de la Asociación de Arte de Japón, otorgará una medalla en la ceremonia de entrega de premios que se celebrará en Tokio el 19 de noviembre de 2024, en en The Okura Tokyo.
Junto con Salcedo son galardonados la pintora francesa Sophie Calle (su obra ha sido vista en Bogotá y Medellín); el arquitecto japonés Shigeru Ban; la música suizoportuguesa Maria João Pires y el cineasta Ang Lee de la república de China, Taiwán.
En otras ocasiones el premio ha sido recibido por artistas como el jazzista estadounidense Wynton Marsalis, el cineasta alemán Wim Wenders. El brasileño Sebastião Salgado, el chelista francoestadounidense Yo-Yo Ma, el artista visual australiano William Kentridge, la actriz francesa Catherine Deneuve y el director Martin Sorsese.
Esto dice el premio sobre Doris Salcedo
“Doris Salcedo, escultora e instaladora con sede en Bogotá, Colombia, utiliza materiales familiares como muebles de madera, ropa y pétalos de flores como metáforas de sus temas de violencia, pérdida, memoria y dolor. Ella reutiliza y transforma estos materiales para crear su arte.
“La pasión de Salcedo por el dibujo comenzó a la edad de seis años cuando comenzó a tomar clases. Estudió arte en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá y se mudó a los Estados Unidos a principios de la década de 1980, donde obtuvo su maestría en la Universidad de Nueva York.
“La guerra civil de más de medio siglo entre guerrillas de izquierda como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y fuerzas gubernamentales y milicias de derecha sirvió de base para su trabajo creativo.
“Ella dice: ‘Crecer en Colombia me dio una perspectiva desde la cual mirar el mundo. Ha definido la totalidad de mi obra’.
“Todas sus piezas están basadas en las vivencias de las víctimas de la violencia. Salcedo explica: ‘Primero, dar testimonio de la violencia para que no se olvide fácilmente. En segundo lugar, mostrar empatía por el sufrimiento de las víctimas a través de mi trabajo. En tercer lugar, quiero que mi trabajo sea un lenguaje de análisis crítico y reflexión sobre lo que está sucediendo en el mundo’.
“El proceso de Salcedo comienza con una investigación exhaustiva, que incluye entrevistas, y solo comienza la producción después de comprender a fondo los delitos y los problemas que pretende abordar. ‘Se necesitan años para entender realmente el crimen y el efecto devastador que la violencia política tiene en sus víctimas’, señala.
“Su instalación Shibboleth (2007) en la Tate Modern de Londres le supuso un importante reconocimiento. La obra presentaba grietas en el suelo de la Sala de Turbinas para expresar temas de esclavitud y racismo derivados de la historia colonial.
“Otra obra destacada, Fragmentos (2018), conmemora el fin de la guerra civil en Colombia. Consta de 1.296 baldosas creadas a partir de 37 toneladas de armas fundidas entregadas voluntariamente por combatientes de las FARC, que luego fueron colocadas como piso de la sala de exposiciones en Bogotá. Veinte mujeres víctimas de violencia sexual en el contexto de la guerra civil martillaron el metal fundido en baldosas para crear el suelo de un espacio para el arte y la memoria.
“‘Este proceso les devolvió la dignidad y la fuerza. Las armas fueron destruidas. Eso es muy significativo porque se salvaron vidas. Al mismo tiempo, se transformó la vida de las víctimas. Es, quizás, la única obra que realmente activó un cambio en la realidad’, remarca Salcedo.
“Actualmente está trabajando en una pieza hecha con cabello humano, para abordar el Domicidio, un crimen que permanece impune. (Nota del editor: el domicidio se refiere a la destrucción masiva de infraestructuras esenciales para habitar un territorio).
“La obra aborda la destrucción deliberada de viviendas, "con el único propósito de crear sufrimiento y desplazamiento forzado de sus víctimas, como se puede presenciar en lugares como Ucrania, Gaza, Siria’. Hay un equipo total de unas 50 personas en su estudio, y ella describe su trabajo como un esfuerzo colectivo, diciendo: ‘Mi trabajo no es producido por un cantante solista, sino por un coro’.
Salcedo ha recibido numerosos premios, entre ellos el Hiroshima Art Prize, el Nasher Sculpture Award (EE.UU.) y el Nomura Art Award. Es la primera artista colombiana en recibir el Praemium Imperiale".