¿Qué son setenta años en la vida de un artista? Para empezar, muchos no son lo que llegan a esa edad y menos a ese tiempo de vida de profesional. Pero David Manzur sí ha llegado (y parece que va a seguir de largo).
DIEGO GUERRERO
Editor
ARTERIA
Esta semana, la Feria Internacional de Arte de Bogotá Artbo le hizo un homenaje con un espacio especial en el primer piso de la sede de la feria, en el edificio Ágora. El espacio fue curado por el investigador Camilo Chico que emplazó las obras en un intenso fondo rojo con un par de espejos que van desde el techo hasta el piso, no para ganar profunidad, sino -según explicó a ARTERIA- porque Manzur pinta así en su taller de Barichara (Santander) para corregir posibles errores de perspectiva. Una técnica que ya utilizaban los pintores en el Renacimiento.
El sábado, cuando promediaba la tarde, había fila para entrar a ese pequeño pero impresionante espacio de exposición, que no tenía mayores anuncios que guiaran al visitante. De hecho no pocos pasaron los primeros días sin verlo.
De todos modos, si el tamaño de Manzur como artista fuera a equipararse con los metros cuadrados de una exposición para mostrar su obra, hubiera sido necesario todo el piso, por lo menos, ¡y eso!
Vale recordar que esta exposición es parte de su obra reciente. Es decir: ¡cuadros pintados por Manzur entre los 90 y los 95 años!, según dice.
¿Cuántos pintores en el mundo han conservado tal vitalidad, creatividad y calidad en su obra a esa edad (o, incluso, menores)? No soy crítico de arte y no entrare a valorar la calidad artística de estas pinturas, pero tampoco hay que ser un experto sino tener algo de sensibilidad y entender que estas piezas son el resultado de siete décadas de trasegar el arte para quedarse sorprendido con ellas, por no decir casi anonadado.
Lo cierto es que los trazos son firmes, los fondos vibrantes, los guiños de las mujeres que habitan esas obras son discretos y claros al tiempo… Esta exposición nos muestra un Manzur más vivo que nunca, tan comprometido con su pintura como lo ha sido durante 70 años (¡70 años!).
Manzur es ejemplo en muchas cosas, entre otras en dejar su período constructivista con el que no se sentía feliz (con el que pudiera haber sido tambien un grande) para aventurarse en lo figurativo que, por entonces, ya había pasado de “moda”.
Mira el video con la entrevista a
David Mazur en Otro Día Más
Pasó la moda pero Manzur sigue ahí. Cuando muchos no pueden o no quieren pintar más, Manzur se empeña en pintar, en repetir, en buscar. Qué maravilloso empecinamiento el suyo al punto que, según dijo en el podcast Otro Día Más, que se emite por facebook en ARTERIA, aún pinta para su próxima exposición.
En un país en el que pululan en los multimedios ejemplos tristes y decadentes; creadores de miseria y pobreza; egos cuyo mayor gracia es que azuzan a la violencia, saber que Manzur existe y persiste es un alivio. Manzur es un maestro, pero no le gusta que le digan así. Él prefiere sentirse, como ha dicho, “un obrero del arte”. ¡Qué más puede uno escribir!