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Una foto sublime del momento triste que vive Colombia

Una foto del reportero gráfico Sergio Iván Acero Yate (‘Sergio Ángel’) en la Plaza de Bolívar, durante el paro nacional, puede llegar a ser en una obra icónica no solo de la fotografía sino del momento que vive el país.

Mayo primero de 2021

DIEGO GUERRERO

Editor

ARTERIA


Es probable que la foto del reportero gráfico Sergio Iván Acero Yate (‘Sergio Ángel’) tomada en los enfrentamientos entre manifestantes y el Esmad de la Policía, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, se convierta en una obra icónica no solo de la fotografía sino del momento que vive el país.


El fotógrafo bogotano de 27 años, que trabaja hace tres para la agencia colombiana de noticias Colprensa, creó una imagen tan vívida, dramática y desgarradora de los sucesos del pasado 28 de abril, durante el paro nacional, que usuarios de las redes sociales la han reproducido sin cesar.


“Estábamos en la esquina oriental del Palacio de Justicia en el momento en el que los disturbios empezaron con mayor fuerza. Nosotros (los fotógrafos) casi siempre estamos en grupo –por seguridad– y nos dimos cuenta de que en ese punto confluía bastante gente enfrentándose con el Esmad”, cuenta ‘Angel’.


La foto ha generado todo tipo de comentarios en las redes. Uno de ellos es el de ‘La Negris Ruiz Torres’, una usuaria de Facebook que contó el análisis que hizo junto con una amiga. “La imagen tiene bastante información que la hace muy buena. Hasta en la baranda del lado de los policías está la palabra ‘mal’, como dejándolos de ese lado de la escena,la actitud de confrontación, de agresión, de fuerza, de lucha… La entidad pública (el Congreso) al fondo, completa, centrada…”.


Ella recuerda como las dos se dieron cuenta de que, aún en medio de semejante caos, la institucionalidad sigue intacta, centrada en la fotografía y también de “lo épico, la confrontación en sí misma entre jóvenes con sus elementos de ataque (o defensa) como las muletas y la patineta”, agrega.


Tiene tantos elementos la foto que podría pensarse que fue construida, pero, desafortunadamente para este país, no lo es. “En esa parte de esa esquina –continúa el fotógrafo al explicar cómo logró la imagen– hay un balconcito pequeño que da para unas ventanas del Palacio de Justicia. Ahí vi que estaba muy cerquita del tropel y para seguridad y poder trabajar en la mitad de todo, me subí al balcón”.


El pintor Guillermo Londoño fue uno de los que comentó en redes sociales e hizo un paralelo entre la foto y el óleo de Joaquín Sorolla Defenda del parque de la artillería de Monteleón (1884). “La foto me encantó. Es proporcionada y cuenta una historia que podría ser en cualquier parte del mundo, en París o Los Ángeles, pero que se da en la Plaza de Bolívar, de Bogotá. Es la historia de un conflicto contemporáneo.


“Para mí, es la repetición de circunstancias a través de la historia. En el cuadro de Sorolla, uno ve que el pueblo vestido normal es el que está enfrentado a un ejército, a una fuerza que está con su uniforme y símbolos de poder jerárquicos”.


Otro ejemplo, dice, es Francisco de Goya que “plasmó al pueblo humilde y luchador, que no era necesariamente rural sino urbano, que protestaba, entre otras cosas, por el derecho a la dignidad, a trabajar en condiciones de derechos humanos”, recuerda Londoño.


Siguiendo con Sorolla, dice: “Uno ve la pintura de Sorolla –que tiene hoy más de cien años– y mi punto de reflexión es que no cambiamos mucho. Sí, en que una protesta, de golpe, puede reducir ciertas injusticias del IVA o los impuestos a la canasta familiar y concientizar a una clase política de la afectación que tiene en un momento de esta pandemia una tributación exagerada para la gente más vulnerable.


“Pero, es muy lamentable que tenga que haber una insatisfacción tan gigantesca que obligue a la gente, como hace tantos años, a salir a manifestarse. Uno pensaría que si las sociedades fueran más avanzadas, liberales y humanistas no tendrían que ver esta pintura de Sorolla, hoy, en la Plaza de Bolívar.


“Esta imagen podría ser muchos sitios en Singapur o Alemania, pero no quita que sea desastroso lo que esté pasando y que no aprendemos. ¿Por qué tenemos que salir a gritar a las calles que algo está mal? No deberíamos llegar a ese punto. Hay muchas lógicas que tendrían que darse, mucho antes de salir ahogados a decir que el pueblo está pasando hambre, desempleo e injusticia”, culmina Londoño.


La foto de un país

‘Sergio Ángel’, parado en el balconcito, veía como la multitud se acercaba al Esmad. “Cuando me subí al punto que te digo, me encontré con esa escena. Ya se estaban dando ahí. Al final la gente se acercó más al Esmad y, prácticamente, se estaban dando puño directo.Eso quiere decir que el pueblo aguantó el gas y se enfrentaron cara a cara con el Congreso de fondo”, recuerda el fotógrafo.


Eduardo Serrano, crítico y curador destaca como la foto tiene tanto de artístico como de informativo y como hace una lectura no solo de la manifestación sino de la situación del país.


“Es una foto muy bien encuadrada, con el Capitolio con esa tela negra luctuosa, la multitud… y, luego, esa nota roja (la persona con chaqueta roja o anaranjada) en el medio de la fotografía, me parece estupenda. Uno ve gente, una sombrilla y veo la Policía acercándose con los escudos adelante…


“Muy elocuente de lo que está sucediendo en Colombia. La protesta de la gente furiosa. Atrás, la bandera colombiana en el Bolívar y la gente gritando. Me parece muy artística, con ese aspecto de reportero gráfico que reconoce lo que pasa rápidamente. Me recuerda La libertad guiando al pueblo (Delacroix, 1830), aunque esa obra tiene menos gente. La fotografía traduce una gran tensión entre uno y otro bando, es decir la tensión de lo que se está viviendo”.


El reconocido fotógrafo Fernando Cano coincide en que la foto captura una imagen que muestra más que un grupo de seres humanos en una disputa. “A veces, en éste mundo atiborrado de imágenes, aparece una fotografía que lo tiene todo para dar testimonio fiel de una época. 


"Esto acaba de ocurrir en Bogotá, la capital de un país que va pasando por su tercer pico: el de la pandemia, el de la desigualdad social, el de un gobierno que además de incompetente resultó cínico al pasar una Reforma Tributaria contra las clases más desatendidas. Tercer pico de una rabia popular que crece. ‘Colombia hoy’ podría haberse titulado la imagen de ‘Sergio Ángel’, de Colprensa”, dice.


Para cuando ‘Ángel’ buscaba hacer sus fotos, varios compañeros de otros medios también trataban de obtener imágenes en medio del maremágnum. Con algo de modestia ‘Ángel’ explica: “En ese momento creo que la parte estética de la foto es de mucha suerte también.


"Yo empecé a disparar la cámara: uno tiene presente qué está aconteciendo alrededor de uno; está velando por la propia seguridad, pensando en cómo obturar, la velocidad, la apertura del diafragma, todo. Son muchas cosas y no te da tiempo de pensar bien las cosas. Ahí tomé esa foto”.


Guillermo Vanegas, crítico y curador, opina de la foto: “Creo que esa fotografía es como la última cena de la comedera de mierda en la que nos tiene el gobierno. Ahora mismo veo como el Esmad ataca a los jóvenes, echan las motos encima…


"Yo creo que una imagen de esas es lo suficientemente poderosa como para enseñarle, ni siquiera al gobierno, sino a los soldados y policías, que le apuntan a la gente de su misma generación y de su misma clase social, que el camino no es por ahí. Un policía, además de obedecer órdenes, puede aprender a no ser un asesino, por ejemplo. Esas imágenes sirven para eso.


“Es sublime. Es como realismo trágico, como una síntesis de la situación en la que estamos abocados porque el país decidió continuar en guerra civil, ahora trasladada a las ciudades. Yo me preguntaría en qué institución se podría albergar para coleccionarla, no tanto como arte, –aunque yo la compraría como una obra de arte– sino para configurar memoria sobre el genocidio que se está cometiendo acá, en el país. Y en ese sentido va muy lejos.


“Si ahora que instituciones internacionales están fijándose en la producción visual colombiana, si el Museo de Arte Moderno de Nueva York la adquiriera, la imagen daría buena cuenta, tanto del entorno que vivimos como de la gente que es capaz de ver esa crisis y extraer de ahí imágenes significativas. Mostrar la barbarie del Estado acá”, opina Vanegas.


Tras los enfrentamientos, el fotógrafo finalmente encontró un momento para ver qué había logrado. “Cuando llegué a la casa vi que tenía una metáfora muy fuerte en la representación de la Fuerza Pública, el pueblo, el Congreso de fondo… y sabemos que los que tienen que tomar las decisiones son ellos (los congresistas). En la casa me di cuenta de que era una bella imagen. Yo no tengo mucha seguridad sobre mi trabajo –no sé si les pasa a todos los fotógrafos– entonces empecé a ver que mucha gente empezó a utilizarla, y yo: ¡pero…!”.

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