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Edwin Sánchez gana el X Premio Luis Caballero

El artista bogotano Edwin Sánchez  fue elegido como el ganador del X Premio Luis Caballero, con su proyecto titulado 'Torcido'.

Julio 11 de 2020

Una instalación de gran formato, en la que se proyectan diferentes contenidos, como videos, piezas experimentales con  luz, sombra y dibujo es la propuesta con la que el bogotano Edwin Sánchez ganó el X Premio Luis Caballero.

 

Su proyecto 'Torcido', exhibido en la Galería Santa Fe, en el que presentó una reflexión visual sobre las realidades del barrio Santa Fe (donde hay una 'zona de tolerancia'), del Centro de Bogotá, fue elegido por la crítica y curadora Carolina Ponce de León; el artista ganador del IX Premio Luis Caballero, Juan David Laserna, y el curador e investigador Santiago Rueda, quienes integraron el jurado.

Vea los participantes en el X Premio Luis Caballero.

El premio es entregado por el Instituto Distrital de las Artes de Bogotá (Idartes). El acta del jurado dice: “Un proyecto complejo y provocador sobre las tensiones entre las narrativas oficiales que justifican grandes proyectos de gentrificación y las dinámicas económicas y sociales marginales en el barrio Santa Fe como un lugar declarado de invisibilidad”. 

‘Torcido’ fue pensado como una instalación en dos momentos: el primero, ofreció una video-instalación que, en palabras del artista, “pensó aquellas retóricas del progreso usadas por urbanistas que se repiten una y otra vez cuando se trata de comercializar espacios deteriorados con fines de gentrificación”. 

Debe saberse que en la obra de Sánchez lo ilegal está pensado como fenómeno determinante en la configuración del espacio urbano que “afecta directamente lo social y la interacción entre personas y comunidades”.

Eso, como ha afirmado, lo usa en su trabajo sin buscar la objetividad, pero tampoco ejerciendo juicios de verdad o discursos morales. “Trato problemáticas sociales a través de narrativas en las que involucro la ironía y el humor como elementos claves”, dice.

Entonces, inicialmente, en la Galería Santa Fe, ubicada en el centro histórico de Bogotá, usó los muros para proyectar un texto en inglés a gran escala, con frases promocionales del proyecto Atrio (un edificio construido en un lote vacío en el llamado ‘Centro Internacional’, de Bogotá), además de tener a personajes típicos del Santa Fe, como testigos de esa realidad. Al fondo de la sala, una pantalla reproducía un video del centro de la ciudad, extraído de un banco de imágenes. 

En el segundo  presentó un archivo instalado con material recolectado durante años en esa zona de tolerancia. No era un archivo convencional, sino, más bien, una presencia del territorio a través de objetos. Por eso llevó hasta la Galería Santa Fe escombros recolectados en el barrio Santa Fe, con los que estructuró módulos en los que ubicó objetos y documentos.

El interés de Sánchez era condensar lo que había venido ocupando sus días: “Conocer lo que está detrás de la ciudad, detrás de las personas”. Esto tenía que ver, además, con un proceso de autoconocimiento y de superación de la timidez: “Era muy tímido, hasta que la necesidad de buscar estos temas me hizo involucrarme con muchas personas, ir a lugares impensados, por lo que ahora puedo ver cómo con facilidad hablo con quienes tengo que hablar, he dejado el miedo, los prejuicios y ahora puedo apreciar que en este trabajo me pongo en un tono horizontal con las personas”.


 

La obra -dijo el jurado- confirma el alcance de la investigación que el artista ha realizado durante los últimos diez años y “demuestra una vez más su apuesta por una estética que resiste a las formas más solventes y tranquilas que el mercado del arte apalanca. En este sentido, es una declaración sobre el arte contemporáneo, sobre sus intereses y alcances como relato del tiempo, como archivo y como potencia del futuro”.

 

Los evaluadores exaltaron “la pertinencia de la propuesta en relación con el espacio o el entorno intervenido: por la investigación que comprende lugares próximos y contextos: los grandes proyectos urbanísticos, la gentrificación, que hoy en día va de la mano de la vida del arte, la explotación laboral y sexual, el tráfico de drogas y la violencia, la escenificación del deseo, el delito, de los que ha sido testigo el artista, quien logra exhibir estos estratos, mostrando cómo y dónde colisionan y colindan.

 

“Además, asociar el barrio Santa Fe con la Galería Santa Fe y su historia, señala una dislocación de narrativas de un espacio popular (la plaza de mercado) por una edificación cultural que seguramente con el tiempo transformará las dinámicas sociales y económicas del entorno urbano”.

 

El acta concluyó que 'Torcido' hizo un aporte al campo de las artes plásticas y visuales, por “aproximar las realidades nacionales no como un ejercicio estético sino metodológico; este es un aporte significativo. El carácter político de sus obras se contrapone al de los artistas de generaciones anteriores que envolvían su intención política en términos metafóricos. Sánchez es directo, literal, y esta estrategia plantea un nuevo parámetro ético para el arte colombiano”.

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