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Abel Azcona: 'España os pide perdón'

Abel Azcona, artista plástico español, controvertido por un sector de su sociedad por cuestionar conductas de la iglesia, está pintando paredes y monumentos en Latinoamérica con la consigna: “España os pide perdón”.

7 de agosto de 2020


Jhonattan Cabra

ARTERIA


Ya era hora, dirán algunos, que así no sea oficial, alguien pida perdón por lo que pasó por estas tierras, cuando desde la Conquista y la Colonia muchos ibéricos hicieron de las suyas con los nativos americanos.


Y es el arte, o, por lo menos un artista, quien retoma esta reflexión de una manera directa.  España os pide perdón, es un nuevo movimiento de Azcona, quien se viene convirtiendo en un cuestionador de su sociedad a través del arte como herramienta política y de reflexión histórico-social.


Los esténciles o afiches con la frase ha estado apareciendo en muros y monumentos de conquistadores o libertadores en distintas ciudades de Latinoamérica, como  Santiago, Buenos Aires, La Paz, Caracas, La Habana, Quito, Tegucigalpa y Ciudad de México. Esto aún en el tiempo de la pandemia.


Vale decir que Azcona ha estado varias veces en Bogotá por temporadas desde el 2014, con exposiciones en el Museo de Arte Moderno de Bogotá y en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá. Este último, dice el artista, ha colaborado ubicando carteles.


En realidad, son más de 20 voluntarios los que se han inscrito en la tarea de pegar los anuncios -cuenta Azcona-, quien dice que han aparecido ‘pintas’ en el centro de Bogotá y “una reproducción de video puesta en paredes, ha habido bastantes intervenciones interesantes.


"Ellos también me han ayudado con la colocación de carteles por bastantes partes de la ciudad y siempre ha estado vinculado. A parte del museo también se han vinculado en Colombia bastantes voluntarios, se han inscrito más de 20 personas que quieren participar del proyecto de forma activa y hay gente que, bueno, se les han pasado los carteles y ellos han hecho sus intervenciones, ellos han hecho sus pintadas en el centro. Creo que también es un poco un trabajo como colectivo en esa parte, el que se siente identificado y considera que quiere hacerlo pues es muy bienvenido". 


Su obra, con gran acogida en Latinoamérica, plantea una reflexión directa sobre la postura actual de su país de origen ante el colonialismo. ARTERIA habló con Azcona.


-ARTERIA: ¿Quién es el Abel de España os pide perdón?, ¿qué detona la empatía del artista por el territorio colonizado?


-Yo siempre he explorado a través del arte contemporáneo, y a través del arte en general, la experiencia vital, mi historia. Yo creo que al final el artista contemporáneo debe ser crítico debe ser social, debe ser político, pero al final, debe ser un continuo explorador de su propia historia y de la historia que le rodea. 

entonces, en este caso, desde esa responsabilidad de investigar y de ser contemporáneo con mi propia experiencia vital decidí explorar en torno a mi historia.


Mi historia ha estado siempre marcada por una experiencia dura de una familia de los ochentas, estructurada, marcada por la heroína, la prostitución, y de alguna forma esa regresión a la infancia ha sido siempre mostrada en mis piezas de una forma crítica, de una forma política, de una forma social, exploradora.


En este caso, en este proyecto, surge un poco lo mismo, al final, yo llevo años trabajando con el arte como memoria personal o memoria individual, y también de esta forma trabajamos el arte desde la memoria o desde la falta de memoria, en este caso. España es un país con poca memoria política, con poca memoria histórica. Todavía no ha habido una condena en firme de los crímenes del franquismo. 


Franco sigue figurando en los papeles como jefe de estado y no como dictador. Yo creo que, considero es una forma de reparar, dado que el día de la hispanidad se siga celebrando, y bueno, yo creo que a las cosas no se les ha dado su nombre. Entonces, usar el arte como esa herramienta como exploración de la memoria, como esa herramienta de debate y como una herramienta de apertura de un debate, como digo, social y colectivo, creo que es muy positivo.



-¿Cuando nace “España os pide perdón, donde se da la primera intervención? ¿siempre ha sido una obra personal o cómo se han manejado las colaboraciones y articulaciones?


-España os pide perdón surge desde una serie de acciones que se realizan en 2018. Para ese entonces yo estoy en Bogotá y en esas acciones se explora el tema del colonialismo, se explora el tema del perdón, se usa el código del perdón porque al final no deja de ser un código católico, heredado también, entonces, utilizarlo también tiene esa parte de reivindicación, de usar esos propios códigos que nos han obligado a utilizar dentro de los códigos de la iglesia católica que tanto España como Latinoamérica tiene. 


En esas acciones pues se exploraba este tema del perdón, pero no se iba directamente a este “España os pide perdón” tan claramente como ahora que se ha instalado en la fachada del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, que se han instalado carteles por todo Bogotá y por toda Colombia y en otras 22 ciudades del mundo. La Habana se ha llenado de carteles, se ha llenado de carteles Lima, se ha llenado de carteles Argentina, en México se han puesto muchas lonas pintadas en diferentes espacios que se trabaja con cultura indígena; así nación un poco.


Mis piezas no dejan de ser un detonante que después se convierte en piezas colectivas, en obras procesuales que germinan, que terminan floreciendo de muchas formas. Ahora muchísima gente acabó colocando carteles, he visto gente con camisetas, gentes en manifestaciones contando la historia y la experiencia, e intervenciones que me llegan a mí de repente de cómo la plaza de toros se ha intervenido con una pintada, entonces, es importante cómo un pequeño detonante, que está creado para hacer un debate y para hacer una pieza de arte contemporáneo crítica acaba convirtiéndose en un debate social y global.


-¿Qué ha sido de la obra durante el confinamiento por la pandemia? ¿Le ha afectado la pandemia al desarrollo o crecimiento de la obra?


-Yo creo que es un proyecto que la pandemia no ha afectado en el sentido de que el proyecto estaba para detonar. Sí que era verdad que el Museo de arte Contemporáneo de Bogotá iba a estar pintada en la pared enorme antes y no se ha podido hacer, se ha retrasado, pero bueno, al final [la pandemia] ha hecho que otros países salieran antes.


La Habana, por ejemplo, se llenó de carteles en medio de la pandemia porque decidieron salir a la calle y colocar los carteles de una misma forma, Argentina también los ha colgado, en este momento se están colgando por todo Venezuela carteles, instalaciones de lona, hay muchas formas de llegar. Entonces, para mí es interesante cómo al final da igual, la pandemia o no, al final yo creo que las propias iniciativas de las personas para participar en el proyecto han hecho que esté más fuerte y, al final, las calles amanecen con este lema de la misma forma.


-¿Cómo responde Abel y su obra a las “nuevas normalidades” que trae consigo el Covid-19? ¿Afecta esto a las prácticas artísticas?


-Yo soy una persona que, como siempre trabajo en la excepcionalidad, con ello me refiero a los límites, en los márgenes, en mi propio posicionamiento como objeto político, entonces, en esa marginalidad, al haber nacido dónde naci, como naci, en esa obligatoriedad de nacimiento que siempre hablo, siendo hijo de una prostituta que no quería tenerme y además de todo esto fue obligada, pues, en esa marginalidad, en esa  excepcionalidad pues intento que la pandemia para mi no sea nada más que algo que pasa y pasará, y ya está.


He intentado no especificar ningún proyecto hacia ella. Intentando no protagonizar hacia ella; yo creo que es más importante la obra, el discurso, la política de la misma que algo que va y viene ¿no? Yo creo que el arte prevalece.


-¿Qué vendrá ahora para la obra y para Abel el artista? ¿Volverá a Colombia?

La idea era poder hacer una gira por Latinoamérica en breve pero es verdad que está retrasado, estaré en la Bienal de Cuenca en febrero, después de ello volveré a Colombia, la idea es exponer otra vez en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, estar en ArtBo en principio con este museo que mostrará esta pieza en una instalación grande que vamos a hacer con unas letras muy especiales y después habrá diferentes intervenciones.


Volveré a Colombia, desde luego, con varias exposiciones en el 2021, creo que estamos hablando ya de tres o cuatro, también estamos en conversaciones con dos museos de Medellín, también con un meso cerquita de Manizales. La idea es que en 2021 tengamos tres o cuatro exposiciones en Colombia importantes y seguiremos, como siempre, con ese gran cariño y ese amor que tengo por el país y que siempre ha hecho que mi discurso y mi obra sea muy bien recibida.

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