En 'Capital Místico', Gabriel Zea propone un tarot para especulaciones financieras

Gabriel Zea fusiona misticismo y crítica económica en 'Capital Místico', una exposición donde el tarot y los símbolos financieros (toro y oso) son usados para cuestionar el capital, a través de cartas de tarot hechas con inteligencia artificial, el artista invita a especular sobre nuevos mundos posibles.

Gabriel Zea usa a veces un poco de esoterismo en sus obras. /Diego Guerrero - ARTERIA

DIEGO GUERRERO

Editor

ARTERIA

Cartas de tarot, capital, inteligencia artificial son ingredientes Gabriel Zea utiliza para sus exposición Capital Místico, exhibida en el espacio Al Romero, en Bogotá.

Los 22 arcanos mayores del tarot creados con un oso y un toro, básicamente, y algunas piezas en gran formato de estos dos mismos animales, planta la idea de la especulación en los mercados.

—¿Cuándo te volviste místico?

—No es que me haya vuelto, es algo de hace rato, una cosa que está por ahí. De hecho, hay obras que hice tiempo atrás en las que utilicé herramientas del misticismo. Hice una obra en una residencia, como en el 2017 o 2018, que consistía en echar las cartas y el I Ching en ferias de arte del mundo y galerías.

Entonces, tengo una relación con eso desde hace tiempo, pero nunca había hecho una exposición en la que (lo místico) estuviera tan explícitamente relacionado con el tema que me interesa bastante: el mundo de la economía. Esta es la primera obra que hago directamente con tarot Y acá lo que hago es utilizar el tarot para poder especular.

Esta exposición tiene varios niveles de especulación: está la de los mercados del arte (hay unos en los que se especula más que en otros, pero en todos especulan). Pero la especulación también tiene que ver con cómo el tarot permite ver el mundo de otras maneras y realmente comenzar a imaginar otros mundos posibles y nuevas formas de vivir, que no son como lo estamos haciendo ahora.

Creo que esas herramientas esotéricas permiten comenzar a ver el universo y la realidad desde otro lugar. Y en ese proceso pasa algo bien importante: se activa la imaginación. La imaginación puede parecer algo muy sencillo, pero yo creo que es un acto de resistencia muy grande frente al capital, porque el capital lleva mucho tiempo intentando no solo cooptar el tiempo y la energía de trabajo, sino también metiéndose literalmente en las mentes de las personas.

Para muchas personas no es tan fácil imaginar. Entonces, tomar el control de la imaginación es bastante importante para encontrar maneras de lidiar con el sistema en el que estamos.

—¿Y por qué escogiste el toro y el oso?

—El toro hace parte de una investigación que comencé el año pasado con una exposición que hice en la galería12:00, que se llamaba El sueño del unicornio, en la que trabajé con dos animales que se utilizan como metáforas para explicar el sistema económico.

Esta exposición está dedicada al toro y al oso, que en los mercados se usan para hablar de dos tendencias: cuando el mercado va al alza, está en modo toro, y cuando va a la baja, en modo oso. Esta metáfora surge de cómo atacan los animales: el toro con las astas hacia arriba y el oso con las garras hacia abajo. Por eso son los personajes principales de la exposición, transformados en cada uno de los espacios de la sala.

—¿Desde cuando usas inteligencia artificial?

—Utilizo inteligencias artificiales desde hace muchísimo tiempo para hacer obras. Me interesan muchísimo esas herramientas tecnológicas porque son muy complejas. Todo el mundo las está utilizando de manera indiscriminada, porque, de nuevo, es una de las formas en las que el capital expande su dominio.

Creo que hay que pensarlas y entender cómo funcionan para saber con qué estamos trabajando (o jugando). Llevo tiempo haciendo piezas que considero colaboraciones con modelos de IA, donde yo pongo una parte y los modelos otra.

—¿Cómo ves esto del uso de la IA en el arte?

—Por un lado, está el asunto de cómo se entrenan los modelos, que es un problema ético y económico complicado. Esas grandes empresas toman imágenes y producción cultural de creadores alrededor del mundo para entrenar sus modelos, sin recompensarlos. Hay una lucha de resistencia de artistas con acciones legales contra empresas que dicen que las IA están robando su trabajo.

Por otro lado, hay gente que usa modelos de IA simplemente para crear a partir de prompts. Esto me parece la manera más vacua de utilizarlas, porque no hay reflexión. Y luego están quienes tienen conocimiento técnico y recursos para entrenar modelos y hacer obras. Yo creo que estoy en el medio de varias de estas posturas.

–¿Con la IA se amplía la posibilidad de eso de que –parafraseando a Beuys–todo el mundo es un artista?

–Yo no tengo ningún problema con que "toda persona sea un artista". Hay quienes sí tienen problemas con esa separación entre artista y público general. Yo estoy muy cerca del pensamiento de Beuys: todo el mundo es un artista.

El problema no es decirlo, sino los procesos de pensamiento y cómo se complejizan las imágenes y los procesos alrededor de esas producciones. Ahí está la diferencia entre un artista contemporáneo con formación académica y alguien que usa las mismas herramientas sin esa base.

—Volvamos al tarot...

—Una manera de entender el tarot es como el viaje del héroe, que comienza con El Loco y avanza superando pruebas. Lo que hice fue aplicar esa idea a los personajes de la exposición. Nuestro héroe comienza siendo un oso, avanza por los arcanos hasta llegar a La Rueda de la Fortuna (una carta clave para decisiones profundas). Luego viene La Fuerza, donde hay una transformación entre oso y toro, y de ahí en adelante es el toro en su proceso hasta El Mundo, que concluye el viaje y vuelve a comenzar.

—¿Por qué no utilizaste un solo tipo de oso? Por ejemplo, en El Mago hay un oso polar…

—Me pareció interesante que fueran distintos osos. Eso le da ritmo a las piezas. El Emperador es un oso panda… Era como lograr un ritmo de la serie.

–Hay cuadros aparte del tarot, con el oso y el toro…

–Esta serie se llama Bound rate o la manifestación alquímica del dios de la guerra del mercado. “Bound rate” se usa para hablar de cuánta plata pueden malgastar las empresas (especialmente startups) antes de quebrar. Las startups están hechas para consumir mucho y producir poco. Me pareció interesante esa idea de que el capital se quema, que el crecimiento indiscriminado nos lleva a consumir recursos naturales y humanos de manera desmedida.

Hay piezas que son collages inspirados en incendios inmensos en Los Ángeles o Canadá, hechos en 3D con fragmentos de IA

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—Este tarot está pensado para especular sobre teorías económicas, ¿no?

—Sí, pero es como cualquier otro tarot.