Un acto solemne fue la eucaristía con la que Bogotá despidió a Fernando Botero, al que asistieron, además de la familia, funcionarios de distintos poderes del Estado.
El lunes 25 de septiembre la Catedral Primada de Colombia recibió el cuerpo del artista Fernando Botero. El féretro llegó en un vehículo precedido por dos militares del batallón Guardia Presidencial, en traje conocido como de Papagayo.
El vehículo fue seguido por un numeroso cortejo encabezado por los miembros de su familia, entre ellos los hijos del artista: Fernando, Lina y Juan Carlos. A la plaza ya habían llegado miembros del batallón, hombres y mujeres que se ubicaron a los costados de la carrera Séptima, mientras un grupo del batalllón tocaba una marcha fúnebre.
El féretro fue llevado al interior de la iglesia donde fue recibido por monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá, quien dirigió la homilía. Al acto acudieron el presidente Gustavo Petro, ministros, magistrados y congresistas, entre otros.
Los cantos fueron interpretados por el Coro Nacional y la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. Los ciudadanos del común no pudieron entrar a la iglesia, si bien muy pocos se ubicaron junto a las vallas que cerraban el acceso.
Terminada la eucaristía, hubo un minuto de silencio y, luego, fue realizado un homenaje en el Museo Botero. El cuerpo de Fernando Botero fue llevado a Medellín, donde nació en 1932, para un homenaje en el Museo de Antioquia.