Febrero 19 de 2019
El Caro que conocí en un supermercado
Quiero compartir el recuerdo de una tarde en el centro de Bogotá, con el maestro Antonio Caro.
Una tarde, caminaba por el centro de Bogotá, con mi pareja, Javier Lizarazo. Y yo, que había sigo algunos años atrás un intento de artista plástica y que había asistido y participado a algunas exposiciones, reconocí su figura entre la niebla, le dije a Javier:
-mira, ese es el maestro Antonio Caro.
A lo que me respondió: -¡No lo conocía! Tiene cara de ir al éxito a comprar papel higiénico, deberíamos saludarlo.
Nos reímos y así lo hicimos, terminamos en el éxito, hablando de arte, riendo y empacando papel. Al salir, fuimos a almorzar comida china.
Antonio Caro, no solo fue un gran artista conceptual, un revolucionario. También fue una gran persona, un hombre amable e inteligente, un buen conversador. De esa tarde, nos quedó su sonrisa, su alegría por la vida, y su carismática personalidad.
También nos quedó en la memoria del recuerdo, cuando nos dijo: "Muchachos: la libertad y la vida se merecen si se las conquista todos los días".
Gracias, y buen viaje maestro los artistas nunca mueren.
Giovanna Chädid